El desequilibrio entre
hombres y mujeres en China
Planificación
familiar, pérdida de mujeres y rápido envejecimiento
Por
el padre John Flynn
El gobierno
chino ha reconocido oficialmente que sus programas de planificación familiar han
dejado al país sin chicas.
Zhang
Weiqing, director de la Comisión Nacional de
Población y Planificación Familiar de China, lo admitía en una declaración al
South China Morning Post el 24 de enero. «Por supuesto», concedía, «el
desequilibrio de género tiene algo que ver con la estricta política de
planificación familiar de China».
Zhang
también afirmó que se espera que el desequilibrio empeore.
El director
explicó, no obstante, que la política del gobierno no ha sido el único factor en
causar este desequilibrio. Explicaba que este porcentaje en los géneros es
también resultado de una tradición cultural inculcada que favorece a los chicos
en detrimento de las chicas. Zhang declaró que los padres suelen usar los
ultrasonidos para detectar a las niñas en el embarazo, pudiendo así ser
abortadas.
Según Zhang,
la estricta política del gobierno de un solo hijo se aplica sólo al 35,9% de la
población del país. A otro 52,9% se le permite un segundo hijo si el primero es
una chica. A otro 9,6%, campesinos pobres, se les permiten dos hijos. A las
minorías étnicas, que constituyen el 1,6% de la población, se les permite tener
al menos dos hijos.
Llueven
hombres
Según un
artículo del 23 de enero de Associated Press, Zhang afirmó que la proporción
entre hombres y mujeres nacidos en 2005 fue de 118-100. Un desequilibrio
superior a los 108 varones por 100 mujeres de 1982 y a los 11 por 100 de 1990.
En algunas regiones, las cifras han alcanzado la proporción astronómica de 130
chicos por cada 100 chicas. La media para los países industrializados es de
entre 104 y 107 chicos por cada 100 chicas.
Associated
Press también informaba el 12 de enero de que China tendría 30 millones más de
hombres que de mujeres en edad de casarse en menos de 15 años. Los datos citados
por AP vienen de un reportaje de primera página sobre la crisis demográfica que
se avecina publicado por el periódico China Daily. Dicho reportaje también
comentaba que la inestabilidad social que podría resultar de tener decenas de
millones de hombres que no encuentran mujer.
No sorprende
que muchos de los niños de China crezcan si hermanos ni
hermanas.
Zhao Baige,
viceministro para la
Comisión Nacional de Población y Planificación Familiar de
China, afirmaba que las políticas de planificación familiar en China son la
causa de que 90 millones de jóvenes de país sean niños. Zhao concedía que, según
las encuestas, el 60% de los chinos preferirían tener dos hijos, informaba el 19
de enero Associated Press.
Los
funcionarios están divididos sobre qué hacer ahora. «Profundas divisiones»,
informaba el Financial Times el 12 de julio, «han surgido dentro del gobierno
chino sobre cómo gestionar su controvertida política de un solo
hijo».
Según se
informa, la Comisión
Nacional de Población y Planificación Familiar estaba a favor
de criminalizar los abortos por motivos de género. Sin embargo, en junio, el
Congreso Nacional del Pueblo desechó una medida propuesta que habría impuesto
pena de cárcel para tales abortos.
Los medios
también lanzan señales equívocas. El South China Morning Post informaba el 24 de
enero de que Zhang había prometido que el gobierno seguiría «sin vacilar» los
próximos años sus medidas de control de nacimientos.
Sin embargo,
un reportaje publicado el mismo día en el Washington Post lo citaba diciendo que
las multas por violar el límite de un solo hijo podrían reducirse para los
pobres. «Con familias muy pobres, podemos reducir parte de la multa social
compensatoria o renunciar a ella, dependiendo de la actual situación», afirmaba
Zhang.
Un mes
antes, el 28 de diciembre, el South China Morning Post informaba que el primer
ministro Wen Jiabao había declarado que el gobierno no tenía planeado cambiar su
político de un solo hijo.
El 10 de
noviembre, sin embargo, Agence France-Presse citaba el China Daily que informaba
que se anima a las parejas, en las que ambos padres son de familias de un único
hijo, a que tengan dos hijos. Lo necesitan, razonaba al China Daily Duan
Jianhua, director de planificación familiar en Guangzhou. Declaró que estas
parejas cargan con todo el peso de cuidar a sus cuatro progenitores envejecidos,
por lo que se ven tentados a no tener ningún hijo.
Protestas
aplastadas
El año
pasado un activista clandestino chino, Chen Guangcheng, fue sentenciado a cuatro
años y tres meses de cárcel por destruir propiedad pública e incitar a la gente
a interrumpir el tráfico, informaba el South China Morning Post el 1 de
diciembre. Chen había expuesto los abusos en derechos humanos cometidos bajo la
política china de un solo hijo en la ciudad de Linyi y sus alrededores, aunque
los cargos contra él no hacían referencia explícita a esta
actividad.
Sus
partidarios mantienen, sin embargo, que su labor tenía que ver con su arresto y
posterior condena. El South China Morning Post informaba que los activistas
chinos y los grupos de derechos humanos afirman que los cargos contra Chen
tienen el objeto de silenciarlo y castigarlo por exponer los abusos llevados a
cabo bajo la política de un solo hijo.
Chen fue
condenado en agosto, pero ganó una apelación en noviembre basándose en la falta
de evidencias para su condena, y su caso dio lugar a un nuevo juicio. Pero este
confirmó la misma sentencia impuesta por el tribunal de Yinan en la provincia de
Shandong.
Los
parientes y abogados de Chen se quejaron de que los funcionarios obstaculizaran
su defensa intimidando a los testigos y suprimiendo evidencias. El día del nuevo
juicio, cuatro testigos de la defensa fueron secuestrados, afirmaban los
abogados de Chen.
Encaneciendo
Otro efecto
perjudicial de la estricta política de población de China es que el país envejece más
rápido que cualquier otra gran nación de la historia, según un reportaje
publicado el 23 de enero por el Chicago Tribune.
Richard
Jackson, directo de la Global Aging
Initiative en el Center for Strategic and International Studies
de Washington, que la transición forzada de muchos nacimientos a pocos
ocasionará graves problemas económicos. «Tendrán ante sí dentro de 30 años a 400
millones de ancianos, la gran mayoría de los cuales no tendrá pensiones o
cuidados sanitarios o una gran familia», afirmaba.
Actualmente,
los mayores de 60 años son apenas el 11% de los 1.300 millones de chinos. En el
2050, sumarán el 31% de la población. China tardará
sólo 25 años en envejecer tanto como Europa envejeció durante todo el siglo
pasado, afirmaba el Chicago Tribune citando estadísticas de la
ONU.
El Boston
Globe informaba el 2 de enero de que el número de personas con más de 60 años
aumenta en 6 millones cada año, y que las residencias de ancianos de China sólo
pueden acomodar a un millón y medio.
Además, la
mayoría de los ancianos tienen muy pocos ahorros, y las pensiones, en caso de
existir, son pobres. También está en duda la capacidad del gobierno para
proporcionar alguna suerte de asistencia social pública para los ancianos. En
China, la proporción de trabajadores con respecto a retirados descenderá en el
2040 a
dos por cada retirado.
Un artículo
de primera página en el Washington Post del 22 de diciembre, sobre la envejecida
población de China, afirmaba que la depresión entre los jubilados aumenta, y que
cada vez hay más casos de padres mayores abandonados en los hospitales o que
exigen a sus hijos ayuda económica.
Los patrones
también están sufriendo el apretón. El New York Times informaba el 30 de junio
que el país, que ha construido su poderío económico en una fuente ilimitada de
mano de obra barata, se puede enfrentar pronto a falta de mano de obra. La
política de un solo hijo «puede que sea en última instancia otro error
demográfico monumental», afirmaba el artículo.
Las fábricas
pueden verse forzadas a trasladarse a otros países, como India, que tiene una
población más joven. Con el tiempo se verá la locura de las políticas de
población coercitivas.
Fuente:
ZENIT.org
(ZS07020812)